El sector industrial es complejo y está regulado al milímetro, ya que, entre otros aspectos, su actividad suele requerir el uso y almacenamiento de productos químicos. Estas sustancias, mal gestionadas, pueden generar graves daños personales, ambientales y económicos.

En VALÍA GRUPO participamos de varias maneras en el correcto mantenimiento y limpieza de las instalaciones industriales en procesos relacionados con el almacenamiento de productos químicos. Por una parte, somos empresa especializada en la limpieza de depósitos de almacenamiento de productos químicos, de su trasiego, gestión y transporte a vertederos autorizados. Por otra parte, nos responsabilizamos del asesoramiento y coordinación de las inspecciones periódicas a las que obliga la normativa cada cinco años, ya que trabajamos con un Organismo de Control Autorizado (OCA), única entidad autorizada para la inspección de estas instalaciones.

Llevar un control y mantenimiento constante de los depósitos de almacenamiento de químicos es uno de los consejos que siempre damos a nuestros clientes. Desde nuestra experiencia, y más allá de las exigentes obligaciones normativas, el mantenimiento resulta prioritario tanto por seguridad como para solventar cualquier pequeña disfunción en el sistema que pueda generar males mayores, si no se toman las medidas adecuadas en tiempo y forma.

Algunos productos químicos están calificados como altamente peligrosos, de manera que el personal a cargo de las tareas de revisión y mantenimiento ha de estar formado, capacitado y especialmente equipado para llevar a cabo los trabajos necesarios, que también comprenden labores críticas como la carga y descarga de los productos químicos, trasvases, desplazamientos, mantenimientos y limpiezas.

Procesos necesarios en las operaciones de revisión de depósitos de productos químicos

Para que el OCA pueda llevar a cabo la revisión de un depósito de almacenamiento de productos químicos, el primer paso es administrativo. Un técnico competente deberá emitir un permiso de trabajo en el cual se especifique la asignación, las condiciones de trabajo y las medidas de seguridad requeridas. Esta labor la puede ejercer la propia empresa si dispone del especialista entre su plantilla, o la podemos llevar a cabo desde la empresa que va a realizar el trabajo, siempre y cuando esté habilitada para ello. En nuestro caso, ofrecemos este servicio y lo llevamos a cabo como paso previo de los trabajos de limpieza.

Una vez completado este proceso, es necesario vaciar el depósito y aislarlo de su atmósfera exterior con discos ciegos. A partir de ese momento, el operario, formado y bien protegido con los EPIs necesarios, accederá al interior del depósito para proceder a su limpieza, comprobando que su atmósfera interior no forma mezcla explosiva. Este trabajo es crítico y, por tanto, altamente especializado. En la gran mayoría de los casos, el difícil acceso al depósito o espacio confinado conlleva el uso de medios de descenso y/o aproximación vertical e, incluso, equipos de respiración autónoma.

Con el depósito adecuadamente limpio es necesario asegurarnos de que en su interior la atmósfera es respirable y no inflamable. Todas las conexiones del depósito con el exterior (tuberías de entrada o salida), se aislarán con discos ciegos. En ese momento podrá acceder al depósito la persona responsable de la inspección, que estará vigilada en todo momento por personal que sea capaz de actuar en caso de necesidad para sacar del interior de manera rápida y segura a la persona afectada.

Una vez completada la operación, debemos asegurarnos de que dentro del depósito no queda ningún residuo que pueda interferir con el producto químico una vez este vuelva a introducirse dentro del tanque.

Las duras sanciones son motivo más que suficiente para mantener de manera adecuada las instalaciones industriales, pero no son los motivos más importantes. Las graves consecuencias que una mala gestión puede tener sobre la vida de los trabajadores o el medio ambiente ha de ser el principal elemento motivador para llevar a cabo estas labores, siguiendo a rajatabla las pautas que ofrece el Reglamento de almacenamiento de productos químicos y sus instrucciones técnicas complementarias MIE APQ 0 a 10, aprobado por el Real Decreto 656/2017 de 23 de junio.